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por Matthew Krause

Jefe técnico - Cultivos cubiertos



coautor
Caroline de Rauglaudre

El uso de biofungicidas microbianos sigue ganando terreno e impulso en la producción hortícola y agrícola.

Para aquellos cultivadores que no conocen los biofungicidas microbianos, el camino para aprender a utilizarlos de forma eficaz contra las enfermedades de las plantas que se transmiten por vía foliar y por el suelo puede parecer bastante largo. Asimismo, para los cultivadores que probaron y que tuvieron poco, o ningún, éxito con los biofungicidas en el pasado, volver a intentarlo y obtener resultados efectivos de forma consistente les parecerá un reto.

Sin embargo, en ninguno de los dos casos los cultivadores deben preocuparse. Desde que se introdujeron los primeros biofungicidas registrados hace más de 30 años, el número de productos y formulaciones disponibles ha aumentado considerablemente. Además, las mejoras en la facilidad de uso, calidad, estabilidad y los conocimientos técnicos han permitido mejorar significativamente la eficacia y el coste del uso de muchos biofungicidas.

Este artículo ayudará a los productores a seleccionar, probar y sacar el máximo partido a los biofungicidas microbianos en los programas de manejo de enfermedades en las plantas.

1 - ¿Qué son los biofungicidas microbianos?

Los biofungicidas microbianos registrados contienen células vivas de cepas específicas y únicas de bacterias y hongos como ingredientes activos.

En algunos casos, los metabolitos secundarios producidos por estos microorganismos también pueden incluirse en productos formulados.

Imagen de microscopio electrónico de barrido que corresponde al hongo Clonostachys rosea
M – Micelio / SP – Espora

2 - ¿Cómo actúan los biofungicidas microbianos?

Suelen actuar contra los patógenos de las plantas a través de dos o más de los siguientes modos de acción (MdA) no tóxicos:

1. Competencia por el espacio y los nutrientes

Clonostachys rosea bloquea el crecimiento de Botrytis cinerea al competir por los nutrientes y el espacio vital.

La cepa activa coloniza y supera a los patógenos por el espacio en las superficies de las plantas y/o en el suelo adyacente para evitar que el patógeno se desarrolle o bloquea su acceso a la planta huésped.
Esto se da gracias a que la cepa activa consume los nutrientes de la planta huésped o de sus alrededores, los cuales iban a ser utilizados por los patógenos para crecer, propagarse e infectar la planta directamente.

2. Metabolitos antagonistas liberados contra los patógenos de las plantas

Los metabolitos son sustancias producidas y liberadas por los microorganismos durante su crecimiento y actividad bajo diferentes condiciones

Los agentes defensivos liberados por la cepa biofungicida activa inhiben o interrumpen el crecimiento, la propagación y la colonización del patógeno en la planta o alrededor de ella.

3. Hiperparasitismo o depredación para desactivar o matar a los patógenos alimentándose de ellos

Las hifas de Clonostachys rosea J1446 se enrollan alrededor del patógeno vegetal Rhizoctonia solani y degradan sus paredes celulares mediante la secreción de enzimas digestivas (β 1,3 glucanasa, quitinasa)

Por medio del hiperparasitismo, la cepa biofungicida infecta y se alimenta activamente de los patógenos de las plantas, los debilita y reduce su presencia y actividad en la planta huésped y sus alrededores.

Por medio de la depredación, la cepa biofungicida ataca físicamente, digiere y consume los patógenos de la planta, incapacitándolos o erradicándolos eficazmente del entorno de la planta huésped.

4. Inducción de la defensa del huésped en las plantas contra el ataque o la propagación de patógenos

La cepa biofungicida interactúa con la planta huésped para potenciar local o sistémicamente activando los mecanismos de defensa propios de la planta contra la infección y la propagación del patógeno.

Las respuestas de resistencia inducidas pueden variar en su potencia y duración. Dependiendo del agente inductor y del mecanismo de resistencia inducido, las especies y variedades de plantas pueden tener diferentes niveles de receptividad y sensibilidad al agente inductor


La mayoría de los ingredientes activos microbianos registrados actúan a través de dos o más de estos MdA

3 - Los beneficios del uso de biofungicidas microbianos en la agricultura


Ahora que ya sabe qué son los biofungicidas y cómo funcionan, aquí tiene 7 razones por las que los cultivadores los utilizan:

  Protegen eficazmente contra las enfermedades de las plantas como alternativa o como complemento de los fungicidas sintéticos

  Mejoran la productividad y la vida útil de los productos gracias a los intervalos reducidos de entrada restringida y precosecha

  Bajo riesgo para la salud y la seguridad de los trabajadores, los consumidores, las plantas, los insectos beneficiosos y el medio ambiente.

NOTA: se debe usar equipo de protección personal (EPP) durante su preparación, aplicación e intervalos de entrada restringida (REI) para proteger a los trabajadores de los riesgos infrecuentes de desarrollar sensibilidades a los componentes biológicos de estos productos.

  Reducir o romper la resistencia de los patógenos a los fungicidas sintéticos

  No se conocen resistencias a ninguno de los múltiples modos de acción de sus ingredientes activos

  Mejorar el acceso al mercado y el valor de los cultivos debido a la creciente demanda de los consumidores de cultivos más ecológicos o producidos de forma más sostenible

  Mejora la salud de las plantas, el suelo y el medio ambiente con el uso continuo, lo que puede reducir con el tiempo la presión de las plagas y las enfermedades

4 - Biofungicidas microbianos en el manejo de las enfermedades de las plantas


El triángulo de las enfermedades de las plantas es un elemento central de la teoría sobre cómo manejarlas.

Este triángulo ilustra la interrelación entre el huésped vegetal susceptible, el entorno favorable y el patógeno virulento. Cuando algo interrumpe o cambia alguno de estos elementos, se produce la reducción o el control de una determinada enfermedad.

En el verdadero manejo integrado de enfermedades (MIE),
los fungicidas biológicos y sintéticos se consideran herramientas importantes
para interrumpir eficazmente uno o varios de estos elementos.
.

Los programas de MIE más exitosos son los que son proactivos y no reactivos.

Los cuales suelen incluir::

  Conocimiento de los patógenos históricos y potenciales que pueden afectar al cultivo, incluyendo sus características biológicas, cómo se propagan y las influencias de los factores asociados a la planta, ambientales y culturales.

  Exclusión de los patógenos del cultivo y del entorno del cultivo y/o reducciones efectivas de los niveles de patógenos en los suelos del campo

  Saneamiento e higiene adecuados de los cultivos para evitar la propagación de la enfermedad desde las plantas infectadas y los equipos o insumos contaminados a las plantas no infectadas

  Control de los factores ambientales, físicos y químicos cuando sea posible para limitar las condiciones que favorecen el desarrollo de patógenos, el estrés de las plantas y la propagación de enfermedades

  Seguimiento continuo de la enfermedad y diagnóstico preciso de los patógenos para identificar los problemas inesperados cuando surjan y documentarlos para una futura referencia

  Identificar, comprender y optimizar las herramientas fungicidas biológicas y sintéticas para prevenir o minimizar de forma rentable las enfermedades de los cultivos.

Estos componentes utilizados conjuntamente alteran o eliminan los factores ambientales, culturales y biológicos que son esenciales para que los patógenos crezcan, se desarrollen y causen enfermedades.

Así que, como puede ver, los biofungicidas son más eficaces cuando se combinan con otros métodos de manejo de enfermedades.

5 - Integre los biofungicidas microbianos en su programa de manejo de cultivos en 8 sencillos pasos


Los tratamientos biofungicidas microbianos correctamente seleccionados, aplicados y programados aprovechan directamente las vulnerabilidades biológicas de los patógenos. También favorecen la salud fisiológica de los cultivos, la tolerancia innata a las enfermedades de las plantas, así como la calidad y la productividad.

La siguiente guía ofrece recomendaciones para desarrollar programas eficaces de manejo de enfermedades propios basados en biofungicidas microbianos.

Pensar el cultivo de forma holística

Primero hay que ser proactivo, luego reactivo, y por último terapéutico.

Los biofungicidas funcionan mejor de forma preventiva. Aunque pueden proteger eficazmente a las plantas no infectadas si se aplican antes de que los patógenos ataquen, hay que tener en cuenta que en la planta infectada el patógeno será controlado, pero no se podrán recuperar los daños ya causados.

El verdadero control curativo de las enfermedades de las plantas sólo se produce con algunos fungicidas, y normalmente no persiste. Sin embargo, la mayoría de los fungicidas sintéticos y algunos biológicos pueden proporcionar un control terapéutico reduciendo los niveles o las actividades del patógeno lo suficiente como para golpear, retrasar o emplazar el progreso de la enfermedad en las plantas afectadas.

El conocimiento es poder

Conozca y comprenda los posibles patógenos que pueden afectar a cada uno de sus cultivos, sus características biológicas y sus ciclos de enfermedad para poder anticipar las posibles enfermedades antes de que se produzcan. Puede comenzar seleccionando los productos que aprovechan los puntos débiles de los patógenos y decidir de antemano si añadir esto a su estrategia de prevención y en qué momento hacerlo.

Elija los mejores fabricantes y distribuidores para conseguir mejores resultados

Los procesos de producción y las fórmulas propias de los biofungicidas microbianos pueden hacerlos más o menos eficaces. Dos productos con el mismo ingrediente activo pueden dar resultados muy diferentes.

Por eso debe considerar utilizar productos de fabricantes que cuenten con experiencia interna en la fermentación y producción de sus fórmulas. Esto ayuda a garantizar la calidad del producto que se utiliza según el lote al que pertenezcan.

En cuanto a los fabricantes y distribuidores, busque los que ofrezcan el mejor soporte técnico. Esto puede hacer la diferencia entre una estrategia exitosa o una sin resultados.

Seleccione productos y fórmulas adecuados para el/los patógenos según el cultivo y el entorno del mismo

Consulte con expertos técnicos del fabricante o distribuidor y sus recursos en línea, así como a los asesores de cultivos, especialistas en extensión y otros cultivadores con experiencia en biofungicidas, para conocer los productos y fórmulas adecuados según su cultivo y la enfermedad que padezcan.

Estas son algunas fórmulas por tipo de aplicación:

  • Pulverización foliar, pulverización en el suelo, pulverización en las semillas, niebla, empapado, inmersión, lechada: Liquid, ES, EC, WP, WG, WDG
  • Top-dress, de surco, de incorporación previa a la planta (suelos y medios de cultivo): Gránulo o G
  • Tratamiento de semillas en seco: WP, DP o Caja de plantación

Elija el método de aplicación adecuado

Consulte a los expertos para encontrar los métodos de aplicación, las dosis y las pautas de uso más eficaces en función del patógeno, el cultivo y la fase de cultivo.

Mantener el equipo de aplicación correctamente guardado y calibrado es esencial para lograr una eficacia óptima y evitar el desperdicio de producto

Lea atentamente las etiquetas para conocer los requisitos y límites de almacenamiento, manipulación, mezcla y aplicación

Dado que la mayoría de los biofungicidas microbianos contienen microorganismos vivos y/o metabolitos o extractos de su fermentación, generalmente no toleran altas temperaturas y condiciones físicas extremas como la mayoría de los fungicidas sintéticos. En ese sentido, tienen una vida útil limitada bajo condiciones específicas de almacenamiento y requisitos o restricciones particulares de aplicación.

Los ingredientes activos celulares de los biofungicidas microbianos líquidos, en polvo y en gránulos mojables no son solubles en agua y deben mantenerse en suspensión mediante una agitación regular durante la aplicación para garantizar una distribución uniforme en el cultivo.

Determinar si hay tamaños de malla de filtros en línea o de otro tipo utilizados en pulverizadores, inyectores y sistemas de riego que sean incompatibles con los posibles biofungicidas.

Observar los EPP y REI requeridos para cada producto (biológico y sintético).

Pruebe los nuevos productos a pequeña escala antes de lanzarse a por ellos

Determine si la nueva herramienta merece la pena en comparación con su estrategia actual antes de comprometerse por completo. He aquí cómo:

  • Identifique los alcances reales del nuevo producto antes de realizar las pruebas: efectos sobre las enfermedades, crecimiento de las plantas, rendimiento comercial, calidad comercial, rendimiento de la inversión, etc.
  • Realice la prueba a una escala lo suficientemente grande como para hacer una comparación razonable, pero lo suficientemente pequeña como para no poner su cultivo en un riesgo financiero sustancial si el biofungicida no funciona como se espera.
  • Intente integrarse a su estrategia actual en lugar de sustituir los componentes principales de su programa.
  • Documente sus observaciones y resultados: lo bueno, lo malo y lo feo. Conservar y consultar esta información ayudará a realizar ajustes del programa que optimicen la eficacia y el coste del uso, y a tomar decisiones a corto y largo plazo.

💡 La cámara de su teléfono es una gran herramienta para documentar las diferencias y comparar, identificar resultados inesperados y otras observaciones visibles a medida que las encuentra.

Considerar la compatibilidad, la complementariedad y la sinergia potencial con otras aportaciones y prácticas

La compatibilidad de la mezcla de tanques o la rotación con otros productos pesticidas biológicos y sintéticos puede ayudar a economizar las aplicaciones de herramientas que previenen o resuelven diferentes problemas fitosanitarios para mejorar los rendimientos comercializables. Esté atento a los resultados inesperados, tanto positivos como negativos.

6 - Cosas que hay que saber antes de utilizar biofungicidas agrícolas


Es difícil que los patógenos desarrollen una verdadera resistencia a los biofungicidas porque a menudo actúan a través de dos o más MdA no específicos. Esto también los convierte en aliados de rotación ideales para muchos fungicidas sintéticos, ya que pueden ayudar a prevenir o retrasar el desarrollo de la resistencia a los fungicidas.

Cuando se utilizan solos, funcionan mejor contra las enfermedades de los cultivos identificados en niveles de patógenos de bajos a moderados y en condiciones que favorecen el desarrollo típico de la enfermedad (enfermedades leves-moderadas). Es probable que no sean eficaces en caso de enfermedades en estado avanzado, cuando los niveles de patógenos son altos y/o las condiciones son repentinamente muy favorables para el desarrollo de la enfermedad. Por ello, se utilizan principalmente en combinación con fungicidas sintéticos compatibles y/u otros fungicidas biológicos para controlar las enfermedades.

Al igual que los fungicidas sintéticos, los biofungicidas no son efectivos de forma indefinida. Los ingredientes activos microbianos de muchos productos aplicados al suelo o al medio de cultivo pueden durar de 2 a 12 semanas, dependiendo de los factores del suelo, del medio ambiente y de las plantas, así como de las prácticas de cultivo. Por ejemplo, los biofungicidas foliares suelen tener que aplicarse con frecuencia, ya que no suelen atacar los nuevos brotes de la enfermedad, no son sistémicos y pueden verse afectados negativamente por el estrés ambiental, como la luz ultravioleta, la baja humedad relativa, las temperaturas extremas y los insumos de cultivo incompatibles.

No son la solución o una forma de mejorar prácticas culturales y condiciones de cultivo poco saludables. Aunque los agricultores pueden utilizar las características biológicas únicas de los biofungicidas microbianos para manejar las principales enfermedades de las plantas, es esencial que eviten las circunstancias que favorecen la propagación, el crecimiento y el desarrollo de los patógenos, así como limitar las prácticas que hacen que sus cultivos sean más susceptibles a las enfermedades.

Los biofungicidas microbianos no son milagrosos. Pero el uso de la información y las recomendaciones de esta guía deberían ayudarle a crear, evaluar y aplicar sus propias estrategias eficaces de manejo de enfermedades de las plantas con base biológica utilizando biofungicidas.

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